domingo, 1 de mayo de 2016

Estándar de CTS




El aire que respira los habitantes de Cali es un tema que parece haber 'circulado' por muchos años sin el debido interés entre las autoridades de la ciudad.


La ciudad de Cali no cuenta con un diagnostico constante sobre la calidad del aire que se respira en ella y,npor lo tanto, nunca a tenido una política estable de control, pese a ser catalogada como lo tercera ciudad más contaminada del país.


Según el Dagma, el transporte publico es la principal causa del deterioro de la calidad de aire. La ciudad tiene un parque automotor de 300.000 vehículos.


Los habitantes de Cali respiran un ambiente pesado. Cada día, son arrojadas a la atmósfera de la ciudad de Cali 340 toneladas de material particulado, es decir, hollín compuesto por carbón, azufre y óxido de nitrógeno, todos altamente contaminantes, e incluso, capaces de ahogar hasta un insecto.


Por esta razón, Cali es una de las capitales más contaminadas de Colombia, por debajo de Bogotá, igualando a Medellín y superando a Barranquilla, Cartagena y Pereira.


Dicen que la parte mas contaminada de la ciudad de cali es la parte norte, porque recibe todas la partículas de la zona industrial de Yumbo. Y también lo contaminan las grandes cantidades de buses, camiones y tractomulas.


Cada año, en Colombia, 6.000 personas por causas relacionadas por la calidad del aire.














domingo, 6 de marzo de 2016

La cumbre del cambio climático en París

El acuerdo alcanzado en la XXI Conferencia Internacional sobre Cambio Climático (COP21) no es perfecto: es esperanzador. Es el marco de una tarea que tenemos por delante si queremos que el planeta sea un lugar apto para la convivencia.
Han pasado seis años desde la frustrante cumbre de Copenhague y las cosas han ido mejor. La COP21 de Cambio Climático cerró con el consenso entre los 196 países de mantener la temperatura media del planeta muy por debajo de los dos grados respecto de los niveles preindustriales y el compromiso de doblegar esfuerzos para llegar a 1,5 grados para fin de siglo, reconociendo que ello reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático, tal como lo recomiendan científicos y expertos. Se pretende, además, que todos los países alcancen un techo en sus emisiones de gases de efecto invernadero "lo antes posible", aunque no se fija un año concreto.



Lograr el ambicioso objetivo de no superar los dos grados -mucho más el de 1,5 grados- no es posible con los planes climáticos o contribuciones nacionales (INDC por sus siglas en ingles), que representan los compromisos de reducción de gases de efecto invernadero (GEI), que las naciones han presentado hasta la fecha. Estos compromisos deben revisarse y ser mucho más ambiciosos: un informe reciente de la Secretaría de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático mostró que el efecto agregado de los planes nacionales de acción climática presentados hasta la Cumbre de París, que representan el 86% de las emisiones globales de GEI, nos estaría llevando a un aumento en la temperatura del planeta de 2,7 grados. Incluso muchos países condicionaron parte de estos compromisos al apoyo financiero internacional que pudieran recibir. Es por eso que el acuerdo establece que las contribuciones se revisarán cada cinco años, debiendo siempre ser más ambiciosas, de modo de avanzar hacia una descarbonización del planeta y lograr una "neutralidad" de emisiones a partir de la segunda mitad del siglo.